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  • Robertus Kardi

“ Se transfiguró delante de ellos ”

23 Febrero 2024 649

El Evangelio de este segundo domingo de Cuaresma, nos invita a contemplar la transfiguración de Jesús (cf. Marcos 9, 2-10). Este episodio está ligado a lo que sucedió seis días antes, cuando Jesús había desvelado a sus discípulos que en Jerusalén debería «sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitado a los tres días» (Marcos 8, 31).

Jesús toma la decisión de mostrar a Pedro, Santiago y Juan una anticipación de su gloria, la que tendrá después de la resurrección, para confirmarlos en la fe y alentarlos a seguirlo por la senda de la prueba, por el camino de la Cruz. Y, así, sobre un monte alto, inmerso en oración, se transfigura delante de ellos: su rostro y toda su persona irradian una luz resplandeciente. 

La consigna para los discípulos y para nosotros es esta: «¡Escuchadlo!». Escuchad a Jesús. Él es el Salvador: seguidlo. Escuchar a Cristo lleva a asumir la lógica de su misterio pascual, ponerse en camino con Él para hacer de la propia vida un don de amor para los demás, en dócil obediencia a la voluntad de Dios, con una actitud de desapego de las cosas mundanas y de libertad interior. 

Es necesario estar dispuestos a «perder la propia vida», entregándola a fin de que todos los hombres se salven: así, nos encontraremos en la felicidad eterna. El camino de Jesús nos lleva siempre a la felicidad. Habrá siempre una cruz en medio, pruebas, pero al final nos lleva siempre a la felicidad. Jesús no nos engaña, nos prometió la felicidad y nos la dará si vamos por sus caminos. 

Jesús hoy nos invita a hacer un «alto» en el camino, como los discípulos para contemplar a Jesús. Buscar estos espacios para encontrarse con el Señor ayuda a caminar en el seguimiento de Jesús y a no caer en la rutina. 

Dios Padre, hoy, como en la transfiguración, nos dice: «Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo». Estemos atentos a escuchar a Dios en la oración. Leamos y comprendamos la Biblia, la Palabra de Dios. Escuchemos a Dios, a través de los signos de los tiempos que se nos presentan. Respondamos al Dios que nos habla. 

Con Pedro, Santiago y Juan subamos también nosotros hoy al monte de la Transfiguración y permanezcamos en contemplación del rostro de Jesús, para acoger su mensaje y traducirlo en nuestra vida; para que también nosotros podamos ser transfigurados por el Amor. En realidad, el amor es capaz de transfigurar todo. (Fuente: Papa Francisco)

 

COMENTARIOS 

  • Dominicos
  • Miguel Ángel Munárriz: ¿Quién soy yo? Yo soy soplo de Dios... en busca de felicidad.
  • José Luis Sicre: La anticipación del triunfo de Jesús. Desde el punto de vista litera­rio es una teofanía, una manifestación de Dios, y Marcos utiliza los mismos elementos que empleaban los autores del Antiguo Testamento para describirlas.
  • José Antonio Pagola: Escuchar a Jesús. Cada vez tenemos menos tiempo para escuchar. No sabemos acercarnos con calma y sin prejuicios al corazón del otro. No acertamos a acoger el mensaje que todo ser humano nos puede comunicar.
  • Inma Eibe: Escuchadlo. “Este es mi Hijo, el amado, escuchadlo”. El evangelio de hoy tiene como centro las palabras de Dios invitándonos a escuchar a Jesús y a reconocerle como su Hijo amado. Esto “se les quedó grabado” a unos discípulos “asustados” que acompañaban a su Maestro hacia Jerusalén y que solo sabrán interpretar lo vivido después de la experiencia pascual. En medio de nuestro camino cuaresmal, de nuestros “sustos” y de nuestra incapacidad para entender a fondo, también nosotros recibimos esta invitación: ¡Escuchadlo!
  • Fidel Aizpurúa: Estaban aterrados. El relato de la transfiguración es una escena de iluminación. ¿Cómo mirar de frente aquello que se nos hace muy cuesta arriba?

 

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