Skip to main content
  • Carlos Collantes Díez

ACOGER, DEFENDER...

14 Febrero 2018 1810

“Las condiciones de los emigrantes, los solicitantes de asilo y los refugiados, requieren que se les garantice la seguridad personal y el acceso a los servicios básicos. En nombre de la dignidad fundamental de cada persona, es necesario esforzarse para preferir soluciones que sean alternativas a la detención de los que entran en el territorio nacional sin estar autorizados”.

 

Las palabras citadas forman parte del mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado del próximo 14 de enero.

Acoger, defender, promover e integrar. Cuatro actitudes o compromisos que nos invita a vivir. Un mensaje a contracorriente de las políticas migratorias de nuestro país y de la Comunidad Europea.

“Considerando el escenario actual, acoger significa, ante todo, ampliar las posibilidades para que los emigrantes y refugiados puedan entrar de modo seguro y legal en los países de destino. En ese sentido, sería deseable un compromiso concreto para incrementar y simplificar la concesión de visados por motivos humanitarios y por reunificación familiar. Al mismo tiempo, espero que un mayor número de países adopten programas de patrocinio privado y comunitario, y abran corredores humanitarios para los refugiados más vulnerables. Sería conveniente, además, prever visados temporales especiales para las personas que huyen de los conflictos hacia los países vecinos. Las expulsiones colectivas y arbitrarias de emigrantes y refugiados no son una solución idónea, sobre todo cuando se realizan hacia países que no pueden garantizar el respeto a la dignidad ni a los derechos fundamentales. Vuelvo a subrayar la importancia de ofrecer a los emigrantes y refugiados un alojamiento adecuado y decoroso”.

El gobierno español ha faltado seriamente a su palabra. El compromiso era claro: acoger a 17.337 personas refugiadas antes del 26 de septiembre, han llegado solo 1.980.

Plataformas, Grupos eclesiales y Ongs de prestigio han denunciado con claridad, firmeza y constancia la total falta de voluntad política de nuestro gobierno -y de la propia comunidad europea- para cumplir los acuerdos firmados hace 2 años relativos a la acogida de refugiados. Todo ha sido inútil, tenemos a especialistas en mirar hacia otro lado. Es cierto que a una parte de la sociedad no le inquieta este problema; pero hay miles de personas sensibles y dispuestas a acoger.

“El segundo verbo, proteger, se conjuga en toda una serie de acciones en defensa de los derechos y de la dignidad de los emigrantes y refugiados, independientemente de su estatus migratorio…”

Las políticas migratorias europeas están más preocupadas por levantar muros cada vez más sólidos y afilados que en llevar adelante políticas respetuosas de los derechos humanos. Europa tiene la responsabilidad moral evidente de responder. Entre otras cosas, por su relación directa con muchos de los conflictos -¿a qué países vendemos armas?- y su obligación de garantizar el derecho a Asilo y Refugio, obligación que en lugar de asumir, se obstaculiza.

P. Carlos Collantes sx

¿Te ha gustado este artículo?

compártelo