• Carlos Collantes Díez

LOS REGALOS QUE NO TENEMOS QUE ACEPTAR

20 May 2017 2140

Era un profesor comprometido y estricto, conocido también por sus alumnos como un hombre justo y comprensivo. 

Al terminar la clase, ese día de verano, mientras el profesor ordenaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y, en forma desafiante, le dijo: 

-Profesor, lo que me alegra de haber terminado la clase es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburrida. 

El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el profesor reaccionara ofendido y descontrolado. 

El profesor miró al alumno por un instante y, en forma muy tranquila, le preguntó: 

-Cuando alguien te ofrece algo que no quieres, ¿lo recibes? 

-Por supuesto que no, -contestó, de nuevo en tono despectivo, el muchacho. 

El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta. 

-Bueno -prosiguió el profesor-, cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar. 

-No entiendo a que se refiere -dijo el alumno, confundido. 

-Muy sencillo -replicó el profesor-; tú me estás ofreciendo rabia y desprecio, y si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo; y yo, mi amigo, en verdad prefiero obsequiarme mi propia serenidad.

Muchacho -concluyó el profesor en tono gentil-, tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa; yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón, pero de mi depende lo que yo cargue en el mío. 

Para reflexionar

Lee Isaías 42, 1-4 y Romanos 12, 14-18.

“El que se venga de los enemigos haciéndoles bien, se venga a la manera divina” (Tertuliano)

 “¿Dijo uno mal de ti? No digas tú mal de él, siquiera por no parecerte a él y por no imitarle” (Quevedo)

“Imitad al sándalo que perfuma al que lo hiere” (Confucio)

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