En el evangelio de este domingo encontramos a Jesús, como tantas otras veces, orando a solas a su Padre. Ora después de haber despedido a la gente. Ora mientras sus discípulos atraviesan el mar hacia la otra orilla. Ora mientras, en su travesía, la barca de sus seguidores va siendo zarandeada por las olas. Ora mientras va ocultándose la luz y cuando ya está bien entrada “la noche”.
No sabemos el contenido de la oración de Jesús, pero es en ella y por ella que se va disponiendo siempre a lo que viene. Hoy, va al encuentro de los discípulos en medio de la noche, las olas y el viento, es decir, en medio de todo aquello que atenta contra la paz, la confianza, la estabilidad. Jesús sale al encuentro de los suyos y “camina” sobre aquellas realidades que pueden resultarnos amenazantes.
Sin embargo, no siempre estamos a tiempo para distinguir su presencia en medio de nuestras oscuridades y tenemos que hacer un ejercicio de discernimiento, de limpiar la mirada y abrir el corazón para descubrir su voz invitándonos a no tener miedo. ¡Pero esto no nos basta! Tan necesitados como somos de constatar su Presencia, sobre todo en los acontecimientos difíciles de nuestra vida, le pedimos “una prueba de que es Él”: «Señor, si eres tú mándame ir hacia ti sobre las aguas», exclamó un Pedro incrédulo.
En cualquier caso, toda invitación de Jesús lleva consigo una puesta en movimiento de nuestra parte, un ponernos en camino hacia Él para encontrarnos, descubriendo su presencia y su voz en las diversas circunstancias de nuestra vida.
José Luis Sicre: Jesús reza, los discípulos reman, Pedro se hunde. ¿Tienes la impresión de que la Iglesia, tu parroquia, tu comunidad religiosa, se va a pique? ¿Te apetece acercarte a Jesús, pero temes perder pie a mitad de camino? Estas experiencias las tuvieron los primeros cristianos. Mateo les dio respuesta en lo que hoy nos cuenta.
José Antonio Pagola: Antes de hundirnos. Los discípulos de Jesús se encuentran solos, «lejos de tierra firme», en medio de la inseguridad del mar. Así viven no pocos creyentes el momento actúa
Por Papa Francisco. Fuera miedos, bienvenida la Alegría que crea raíces!!! El Papa Francisco dirigió un mensaje principalmente improvisado, dejando de lado el texto que tenía inicialmente preparado